Tomás Datino, cardiólogo: «Se puede cambiar un marcapasos a una persona de cien años».

Más del 5% de la población sufre arritmias, según la Sociedad Española de Cardiología, y son el 16% de los ingresos cardiológicos en los hospitales. Y es previsible que esta cifra aumente en los próximos años, ya que el factor que más influye en la aparición de arritmias es la edad y la población española es cada vez más mayor.


Tomás Datino, jefe de la unidad de arritmias de los hospitales Quirónsalud Pozuelo y Ruber Juan Bravo.

La arritmia más frecuente de todas es la fibrilación articular, en personas de más de 80 las padece hasta el 15% de la población. Hay que tener en cuenta que un tercio de los ictus se producen por esta arritmia. Es algo que no hay que perder de vista. La buena noticia es que los fármacos anticoagulantes han mejorado mucho, las ablaciones son cada vez más eficaces. Y los marcapasos se insertan sin cirugía mayor y algunos no llevan cables.

Tomás Datino, jefe de la unidad de arritmias de los hospitales Quirónsalud Pozuelo y Ruber Juan Bravo, explica el futuro de estas dolencias.

P. ¿Cómo podemos detectar una arritmia?

R. Los mayores son asintomáticos en muchas ocasiones y suelen detectarlo cuando se toman la tensión arterial, o con los relojes que miden pulsaciones son capaces de detectar bien este tipo de arritmias. En el resto de población suele notarse cierta sensación de palpitaciones, fatiga.

R. Normalmente somos los especialistas en arritmias los que decidimos qué tratamiento se aplica. Puede ser farmacológico o terapias más invasivas, estudios o incluso si la arritmia produce ritmo lento, electroestimulación con un marcapasos.

Tenemos muchos catéteres y navegadores que nos hacen una reconstrucción tridimensional del corazón que nos permite ajustar exactamente el diagnóstico y tratamiento. Y los marcapasos han evolucionado mucho, los hay incluso sin cables. Normalmente el corazón tiene el músculo y tiene células específicas que permiten el paso de la electricidad, por así decirlo. Y son esas las que se activan, porque trabajan sobre los dos ventrículos a la vez.

Lo cierto es que la mayoría de las veces es necesaria una intervención quirúrgica. Lo bueno es que casi nunca abrimos el corazón, son intervenciones percutáneas. Se mete con pinchazos a través de las venas inguinales, o arterias. Así se insertan los dispositivos, catéteres… Es importante detectar y tratar las arritmias porque pueden estar detrás de eventos más repentinos y graves cardiovasculares. Y al saber que existen podemos evitar ingresos.

P. ¿Qué factores favorecen la aparición de arritmias?

R. Están relacionadas con la obesidad, los malos hábitos alimenticios, pero la relación más directa es la edad.

P. Y las personas muy mayores, ¿pueden también llevar marcapasos?

R. Claro. Son procedimientos cortos, muchas veces de menos de una hora. Y a veces hay que intervenir a la misma persona varias veces. Las baterías suelen durar entre siete y diez años. Cuando pasa ese tiempo hay que cambiar la batería. Y, claro, el envejecimiento de la población provoca que tengamos que intervenir más veces a las mismas personas.

Yo he recambiado marcapasos a pacientes de cien años. La gente vive más y vive mejor, tienen buena calidad de vida y tienen indicada la instalación de un marcapasos. No puedes negarle un tratamiento a una persona por ser mayor. Si su estado de salud es bueno, no hay límite de edad.

Artículo originalmente publicado en NIUS DIARIO.