Cinco mujeres supervivientes al cáncer recorrerán los 350 kilómetros de norte a sur de Jordania en la octava edición de esta iniciativa, enfrentándose a diversos retos deportivos
Con el fin de divulgar los beneficios del ejercicio físico durante y después del tratamiento de cáncer en la mujer y promocionar la práctica del deporte entre las mujeres, el Reto Pelayo Vida reúne un año más a cinco mujeres que han superado esta enfermedad y que con su ejemplo quieren demostrar que después del cáncer hay mucha vida.
El desierto y las montañas de Jordania son los escenarios elegidos para esta octava edición, en la que las cinco participantes recorrerán los 350 kilómetros de norte a sur de Jordania enfrentándose a diversos retos deportivos. Así, pedalearán 255 kilómetros en bicicleta de montaña, descenderán en rápel el cañón del Mar Muerto, atravesarán el desierto del Wadi Rum, hasta llegar a donde se alzan unas montañas que destacan por sus magníficas y gigantes paredes verticales, conocidas como «Big Walls». Allí, ascenderán al Jebel Rum, cuyos 450 metros verticales exigen una escalada muy técnica que las tendrá un par de días colgadas -literalmente- en la pared, para finalizar el reto bajo las aguas del Mar Rojo.
Tras colaborar como Proveedor Médico Oficial en las ediciones Trasatlántica 2016, Polar 2017, Annapurna Bike 2018, Los Andes 2019, la Vuelta a España 2020 y 66-Norte en 2021, Quirónsalud se suma una vez más a esta iniciativa, encargándose de realizar los exhaustivos reconocimientos médicos de las participantes para garantizar que están preparadas para las duras exigencias físicas de esta gran prueba de resistencia.
Así, Nancy, María Pilar, Miriam, Ester y Olga han superado con éxito una completa revisión que ha incluido una analítica completa de control, ecocardiograma para ver en detalle la forma y funcionamiento del corazón y una prueba de esfuerzo para valorar su capacidad máxima y de recuperación.
El 22 de octubre arrancará, un año más, una durísima prueba en la que cinco luchadoras se enfrentarán a este nuevo reto con un doble objetivo: demostrar que hay mucha vida después del cáncer y trasladar un mensaje de esperanza y lucha a todas las mujeres que han padecido o estén actualmente en tratamiento de esta enfermedad.