¿Qué es una parada cardiorrespiratoria? Entrevista al Dr. José Ángel Cabrera

La parada cardiorrespiratoria o paro cardíaco suele ser el desenlace con muerte de un proceso que puede tener su origen en un problema cardiológico, pulmonar e incluso neurológico. Esta ha sido la causa del fallecimiento del futbolista Diego Armando Maradona, que había sido intervenido hace unos días de un hematoma subdural.

“La causa más frecuente de parada o de muerte súbita en la vida adulta es el infarto agudo de miocardio o síndrome coronario agudo. Se trata de la obstrucción de una de las arterias coronarias que produce una arritmia y conduce a una parada cardíaca”, ha explicado a CuídatePlus José Angel Cabrera, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario QuirónSalud de Madrid.

No obstante, como comenta Cabrera, una hemorragia o un ictus también puede producir un proceso que termine en una parada cardiorrespiratoria, al igual que una embolia pulmonar.

En la población general el origen más común de la parada cardiorrespiratoria es cardiológico. Esto implica que, según Cabrera, para prevenir la aparición tanto de un ictus como de un infarto es necesario evitar la aparición de factores de riesgo cardiovascular en pacientes sin antecedentes de otro evento. Estas enfermedades que les pueden predisponer a desarrollar tanto un ictus como un infarto agudo de miocardio son:

Hipertensión.
Diabetes.
Hipercolesterolemia.
Sobrepeso y obesidad.
Tabaquismo.
Falta de ejercicio y sedentarismo.
Estrés.

Estos factores también son importantes a la hora de realizar un procedimiento quirúrgico. Por eso se realiza un estudio preoperatorio que valore el riesgo que esa intervención pueda tener en la persona en función de sus factores de riesgo cardiovasculares -hipertensión, obesidad, diabetes…

¿Cómo cuidarse y evitar los factores de riesgo?

Para mantener bajo control estos factores hay que realizar la prevención cardiovascular y para ello es necesario adoptar una dieta cardiosaludable baja en grasas saturadas: “La dieta mediterránea es la más adecuada. Pero también es indispensable no fumar, mantener los niveles de colesterol adecuados y hacer ejercicio físico. Tenemos que recapacitar sobre el cuidado de nuestra salud”, explica Cabrera.

Por encima de los 40-50 años las causas de muerte más comunes en las mujeres son los ictus y en hombres los infartos. “El resultado es un trombo que obstruye una arteria y ese trombo se favorece porque hay un proceso de arteriosclerosis que hace que se libere una placa de ateroma y se produzca el evento. Eso ocurre en personas que tienen factores de riesgo cardiovascular”.

Por eso, aunque pretendamos posponerlo, lo cierto es que a los 40 años, si aún no lo hacemos, ha llegado el momento de empezar a cuidarse y controlar la presión arterial, dejar de fumar, controlar las cifras de colesterol y de azúcar con analíticas periódicas, además de cuidar la alimentación, mantener un peso saludable, reducir la grasa abdominal y mantener el ejercicio. “Y, sobre todo, ser feliz porque la tristeza también daña el corazón y las arterias”.

Cabrera recuerda que en torno a los 50 años, además de cuidarse, y controlar los factores de riesgo cardiovascular también es muy importante si se quiere realizar ejercicio de alta intensidad realizar un chequeo médico para garantizar que la salud cardiovascular está en plena forma.

Los deportistas habituales de alto rendimiento también deben continuar trabajando para mantener su salud. “El corazón necesita su mantenimiento y es normal que aquellos que hacen ejercicio están más protegidos frente a eventos cardiovasculares”, pero este efecto no se prolonga en el tiempo si no se mantiene la actividad y no se controlan los factores de riesgo.

Artículo originalmente publicado en CuidatePlus por Isabel Gallardo Ponce